miércoles, 2 de enero de 2008

Informe Sobre El Segundo Encuentro Internacional E Interuniversitario de Gestión Sanitaria: “Los Sistemas De Salud Y Las Nuevas Formas De Organización

Estimados colegas, quiero compartir con ustedes algunas reflexiones entorno a la forma de hacer salud pública en otras latitudes un poco más desarrolladas "socio-econo-culturalmente"...
Objetivos.
Dentro de la formación profesional que brinda la Universidad Andrés Bello (UNAB), se encuentra el Instituto de Salud y Futuro, que imparte con gran acierto un MBA en Salud. Como finalización del proceso de aprendizaje curricular de éste, la UNAB en conjunto con la Universidad Europea de Madrid organizan esta pasantía, con la finalidad de conocer en terreno el funcionamiento sanitario de países que nos llevan diez años de adelanto en dichas materias.

Esta experiencia tuvo por objeto tomar conciencia en terreno de cómo funciona el sistema sanitario Español, en el marco de los sistemas de salud Europeos. Para ello se conoció: el proceso de reforma más reciente en dicha región, se realizaron diversas visitas a centros de salud de Madrid con el fin de indagar en los procesos de gestión, y se participó en clases expositivas donde se realizó un análisis del sistema de organización sanitaria Europeo.

Experiencia Adquirida.
Dentro de las muchas cosas que se pudieron observar durante la estadía en España, llama mucho la atención que las principales problemáticas que persisten en el sistema sanitario Madrileño, orientadas principalmente a que los cargos gerenciales de las instituciones de salud existentes en España son cargos políticos, es decir, en el nombramiento de los cargos se aplican criterios partidistas por encima de cualquier otra consideración, cuando cuenta más la afinidad política que la capacidad profesional. Más aún, es común en España que con cada elección cambian los directores gerentes y, con ellos, caen en cascada el resto de los cargos intermedios, lo que genera un grave problema de estabilidad y autoridad, generando un fuerte impacto negativo en el buen funcionamiento del sistema sanitario, específicamente en los centros y servicios.

La salud pública en España es un derecho universal y gratuito para todos los ciudadanos. A pesar de ello, más de seis millones de personas poseen seguros privados de salud, conviviendo simultáneamente y sin exclusión para sus ciudadanos, pudiendo ellos optar a ambos beneficios.

En una provincia como Valencia, el estado Español concesionó la asistencia sanitaria integral, es decir, lo equivalente a la atención primaria y secundaria de una región en Chile, para ello se realizó un contrato para la prestación de un servicio público en régimen de concesión administrativa, con una duración de quince años -prorrogables a veinte- a una organización privada. Con ello se separó la financiación de la provisión de servicios, siendo la comunidad Valenciana el financiador y el organismo privado el proveedor de servicios con la asunción de los riesgos que esto implica. El convenio se conceptualiza en un financiamiento público, a partir de un pago capitativo que sigue al paciente. El control y la fiscalización del servicio entregado es público, y lo realizan los organismos gubernamentales correspondientes. La propiedad es pública, es decir, el concesionario realiza las inversiones que finalmente pasan a ser del Estado una vez finalizado el contrato. La prestación es privada, lo que trae como consecuencia directa redirigir los presupuestos públicos a otros fines sociales, adquirir eficiencia en la gestión a partir de la flexibilidad empresarial, asegurando el precio a partir del riego privado. En definitiva, con este modelo, se financia la salud, principalmente su déficit infraestructural, se potencia la gestión de los procesos asistenciales y de integración de las redes y se flexibiliza agilizando la gestión.

Principal Aprendizaje para la realidad Chilena.
La comunidad de Madrid cuenta aproximadamente con seis millones de personas que acceden de forma gratuita al sistema de salud pública y que además reciben subvención a nivel farmacológico. Para ello el sistema sanitario cuenta con 1100 euros per-cápita anuales para brindar dicha atención. Se tiene proyectado además, la construcción de ocho nuevos hospitales para poder ofrecer una mejor atención a la población. Para poder financiar estos nuevos centros de salud, el Estado desarrolla al menos tres fórmulas de gestión “indirecta” a través de concesiones, convenios, conciertos o arrendamientos con el sector privado. Una de estas fórmulas es traspasar a un privado la construcción y mantenimiento de la infraestructura y la ejecución de las prestaciones no sanitarias, es decir, servicio de limpieza, servicio integral de seguridad, servicio de residuos urbanos y sanitarios, conservación de vías de acceso y jardines, servicio integral de lavandería, servicio de gestión de archivo de documentación clínica y administrativa, servicio integral de esterilización, servicio de desinsectación y desratización, servicio de transporte interno – externo y gestión auxiliar, servicio de gestión de almacenes y distribución, servicio de gestión de personal administrativo de recepción – información y central telefónica, entre otros. Concesión que tiene una duración aproximada de treinta años, por lo general. Por supuesto, existe una supervisión directa en relación a estos servicios y se retribuye financieramente en relación a estas evaluaciones.

Debemos aclarar, que en España existen dos modalidades de gestión en materia sanitaria pública. Por un lado, tenemos la “indirecta”, de la cual ya nos referimos, pero podemos agregar que no se limita la iniciativa del servicio público, si se hace con la gestión, en resumen es la envestidura pero no el fondo, dicho modelo de gestión de la salud pública es relativamente reciente en España y surge a partir de un informe del Congreso Nacional, el cual señalaba que la salud pública española estaba enredada en la burocratización. A partir de este informe comienza el proceso de reforma que contempla nuevos modelos de gestión.

Por otra parte, se encuentra la gestión “directa” que representa el noventa y cinco por ciento de los hospitales públicos españoles, esta modalidad se refiere concretamente a establecimientos sin personalidad jurídica, es decir, es el servicio público personificado.

El modelo de gestión sanitaria “indirecta” Español, permite realizar evaluaciones objetivas de la prestación del servicio en referencia a disponibilidad y la calidad del mismo y permite desarrollar mayor oferta sanitaria a partir de la entrada de capitales privados al servicio público.

Otra forma de gestión “indirecta”, se organiza a partir de el traspaso del diseño, construcción financiación, gestión operativa y transferencia. Es decir, se realiza una concesión a una empresa privada por un determinado período, para la redacción del proyecto, construcción de la obra y gestión de los servicios necesarios para su utilización. El sector público no contrata “activos” sino “servicios a largo plazo”, solo paga por los servicios prestados según la disponibilidad y uso de los mismos. Dichos servicios han de cumplir unos estándares de calidad determinados, con unos parámetros de control también establecidos en los contratos.

Esta forma de gestión se justifica, toda vez que posibilita económicamente la construcción de nueva infraestructura hospitalaria y mejora la relación calidad – precio de los servicios sanitarios y no sanitarios provocando sinergias entre ellos, beneficiando directamente a la población.

En resumen, podemos decir que este modelo de asociación público – privada permite objetivamente incorporar recursos privados que ayudan a financiar el desarrollo de obras públicas, propender hacia el desarrollo y mejoramiento de la eficiencia en la producción y gestión de infraestructura pública, descentralizar la producción y gestión de infraestructura generando niveles de servicio por los cuales los usuarios están dispuestos a pagar y, por último, permite liberar recursos públicos para orientarlos a proyectos y programas de alta rentabilidad social.
Como comentario final no quisiera dejar de señalar, que si bien, el sistema de salud público Español cuenta con un fondo presupuestario muy superior al Chileno, éste sigue presentando falencias y listas de espera. Además, el principal elemento con que cuenta el sistema sigue siendo el recurso humano, es la gestión en dicho ámbito, es decir, como se logra la alineación de los objetivos del personal con los de la organización sanitaria, lo que generalmente determina el éxito o fracaso de las instituciones de salud.