miércoles, 9 de marzo de 2011

Psicología Clínica en Atención Primaria en Salud

Sin dejar de lado la importancia del trabajo comunitario en APS, también se desarrolla el trabajo clínico en los diversos consultorios y CESFAM de la VI Región. La psicología clínica no solo es propiedad de las atenciones secundarias y terciarias, donde los niveles de intervención son más específicos, y no necesariamente más profunda.

El rol de la APS es no llegar a derivar casos de mayos especificidad o gravedad, sino que evitar llegar a niveles de enfermedad tan complejos y difíciles de abordar. Es entonces que la clínica en APS en temas de salud mental, es la herramienta fundamental del trabajo en sanidad mental. De allí la necesidad de incorporar al psicólogo al trabajo de salud mental en APS. El psicólogo al igual que el medico y el dentista, están preparados para desarrollar dos funciones esenciales que los cataloga como clínicos. A) Por un lado esta la capacidad de establecer un diagnóstico, y b) Por otro lado esta la facultad de indicar un tratamiento y aplicarlo. De allí que el aporte del psicólogo a que se intervenga clínicamente a una persona en APS, completa el trabajo de salud mental, tanto en los aspectos de promoción, prevención y tratamiento de las enfermedades mentales.


El desarrollo de la cínica en salud mental en APS, tanto el medico y el psicólogo pueden diagnosticar y tratar, en ámbitos distintos, el psicólogo en el campo de lo mental, y el medico en el campo de lo corpóreo. El psicólogo diagnostica e indica un tratamiento psicoterapéutico. El médico diagnostica e indica tratamiento medico o quirúrgico. En el caso de la salud metal, el medico diagnostica enfermedades mentales, e indica psicofármacos.


La psicología clínica se divide en dos áreas: 1) psico-diagnóstico y 2) Psico-terapia. Siendo el psico-diagnóstico la puerta de entrada del clínico, y la psicoterapia, la puerta de salida. Es decir, lo que define al clínico es la capacidad de establecer un diagnóstico, e implementar un tratamiento.


“Dentro del Psico-diagnostico, que podríamos decir, abarca la mitad del área del psicólogo clínico, nos encontramos con instrumentos calibrados como son la entrevista clínica semi-estructurada y estructurada, a las técnicas de asociación libre, a métodos estandarizados y validados como son las encuestas, cuestionarios, y test proyectivos como objetivos. Estas técnicas son propias del psicólogo, y son la matriz del estudio científico de la mente. Con los inicios de la psicología científica de Wundt en Londres, y los intentos de Rorchach, Binett y otros de la medición de los fenómenos descritos en cada enfoque psicológico a que adscribían, aparecieron diversos instrumentos de medición denominados Test psicológicos (Set de estímulos de los cuales se extrae una muestra conductual, y se analizan a fin de extrapolar una conclusión). Además de las técnicas de medición, tanto estructuralistas como funcionalistas, e inclusive las menos rigurosas como los fenomenólogos, existe en el Psico-diagnostico la intención de objetivar la medición subjetiva. Es decir, que el primer paso en el campo del psicólogo clínico, se comienza por investigar científicamente la causa del malestar psicológico, siendo una prioridad realizar un Psico-diagnostico, a fin de poder establecer objetivos y estrategias de intervención o tratamiento en la persona que consulta.


Las estrategias o métodos que cada psicólogo clínico utilicen, van a estar determinados por el criterio clínico de cada caso, así como de los recursos existentes para hacerlo. Es decir, el psicólogo es el experto en decidir que herramienta va a utilizar, ya sea por conocimiento o por adscripción a una corriente teórica, o simplemente lo estime pertinente al motivo de consulta, o por la factibilidad de acceso a un instrumento de medición.


En atención primaria de salud, los objetivos son la promoción, prevención y tratamiento a nivel primario. Siendo el psicólogo un profesional nuevo en el que hacer de atención primaria, y desconociéndose su rol, es importante destacar que la labor de promoción y prevención lo hacen más comunitario en su rol, sin embargo, en el tratamiento de malestares psicológicos a nivel primario, mantiene la esencia del quehacer del psicólogo, el enfoque clínico, por lo que necesita herramientas de psico-diagnóstico eficientes y eficaces.


Por otro lado, la terapéutica, que es más arte que ciencia, es tan diversa como las personalidades. Cada enfoque teórico se dispersa en la experiencia, siendo la subjetividad tan extensa que no hay explicación racional que pueda resolverla. Cada persona que esta en el rol de terapeuta, así como cada persona que consulta, aunque sea el mismo motivo de consulta, establecen un universo de posibilidades, lo que hace único e irrepetible el encuentro. La psicoterapia consiste en un espacio, donde se pretende lograr la reparación, asimilación y re-acondicionamientos de las experiencias dolorosas con un fin adaptativo, además de disminuir el dolor expresado en los síntomas de una persona, mejorando la calidad de vida, basados en la comunicación humana. De acuerdo a lo anterior, existe entonces una impronta, que es propia del terapeuta (personalidad, habilidades y conocimientos) y el sujeto que consulta (personalidad, habilidades, y conocimientos) que hace única esta experiencia.


Lo indeterminado y el mundo de las posibilidades, rompen con el modelo tradicional de ciencias, y la psicología al subjetivarse pierde la objetivación y se hace humana. Tal vez el mundo epistemológico de las posibilidades quánticas de las ciencias físicas nos podría dar una respuesta, o serviría para la creación de una nueva epistemología en psicología. Solo los filósofos o epistemólogos podrán descifrar esta incógnita


La clínica oscila entre ambas posiciones, la búsqueda de la objetividad psicodiagnóstica versus la subjetividad de la psicoterapia.”


Extracto: http://psicologiargua.blogspot.com/2009/11/dia-del-psicologo.html

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